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La ciudad y los pueblos

  • Carlo Piérola
  • 22 ago 2017
  • 4 Min. de lectura

Antes de explicar el título, quisiera iniciar con un fragmento de la novela “Periférica Blvd.”, de Adolfo Cárdenas (irónicamente, puse una foto de Vargas Llosa al inicio, pero todo será explicado en breve). Anyways, acá está el extracto:

“Asé sactamente comuel tenente miordena, meido al onedad asperar a me propio chef, asé comuel Seuero tece”

Adolfo Cárdenas, Periférica Blv., página 135

Como se puede ver, la ortografía y la gramática del anterior extracto son pésimas. De hecho, si les resulta difícil de entender, traten de leer a Cárdenas en voz alta… pero incluso así, faltaría agregar un detalle: la entonación. Y para esto, la instrucción es leer como Juan Rosas, un aymara proveniente de Ayo-ayo pero que reside en La Paz, trabajando como policía. Además, de niño no fue educado en su lengua materna, sino por curas españoles y metodistas "gringos”, en dos idiomas extranjeros.


Si ahora intentan leer de nuevo el extracto, será mucho más fácil de entender.


Pero ¿por qué es más sencillo entender a Juan Rosas una vez que conocemos su trasfondo? ¿Hay palabras que expresan el temperamento o la forma de ver el mundo de un grupo particular?


Para responder, pasaré a explicar el título de la presente entrada. “La ciudad y los pueblos” (con la foto de Varguitas incluida) es una ilustración de mi tesis. Considero que, durante un determinado periodo de la historia humana (la etapa de los pueblos) las cosmovisiones de los pueblos estaban sólidamente cimentadas en sus estructuras lingüísticas. Sin embargo, en el periodo actual de la historia (el de la ciudad), la cosmovisión se ha convertido en terreno inestable justamente debido a la volatilidad de las estructuras lingüísticas.

Para sustentar lo que digo, partiré de la siguiente base:


“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”

Ludwig Wittgenstein, Tractatus Logico-Philosophicus


(En realidad, Ludwig dijo memes, pero hubiera sonado poco serio, como la página a la que enlaza la imagen).



La relación entre la frase del filósofo austriaco y mi afirmación es que las palabras y las estructuras lingüísticas van a determinar cómo se ve al mundo. Se pueden mostrar diversas pruebas, que reflejan cómo ciertas culturas tienen cosmovisiones diferentes representadas en palabras.



Un ejemplo: tenemos la palabra gambatte (romanización del japonés がんばって). Esta significa, aproximadamente “esfuérzate”, “ve por ello”, “da lo mejor”. Sin embargo, en el japonés oral se utiliza en vez de “suerte” (la imagen es tomada de un anime donde se está utilizando gambatte para desear fortuna).

¿Cómo representa esta palabra representa la visión de una cultura? Para ello, ver la siguiente imagen:


Ahora, observando la imagen como un texto, dentro de la teoría de Roland Bartes, se puede apreciar en un primer plano: un samurái sosteniendo un pico y un cartel en el que aparece la palabra gambatte al respecto del tsunami que sufrió el país en 2011. Sin embargo, desde un segundo plano, está (diría Barthes si viese el cartel igual que la famosa publicidad italiana que analizó) la esencia de lo nipón: que la suerte es equivalente al trabajo (por eso el samurái sostiene los signos equivalentes del texto, uno en cada mano).


(La canción de una de mis bandas favoritas (de kawaii-metal), ilustra también otros aspectos de la cosmovisión que mencioné, pueden aprovechar para escuchar y tomarse una pausita).


Hasta aquí, todo bien. Pero si aplicamos lo que afirma Ludwig (es que me da flojera escribir su apellido), diríamos que, en el ámbito de quienes hablaban castellano en sus pueblos, allá cuando ni los samuráis ni los curas se habían encontrado, la suerte no estaba asociada al trabajo.


Entonces, podríamos “”decir”” que el mundo de los pueblos castellanos estaba “limitado” (o cimentado) a pensar en una disociación entre el esfuerzo y la fortuna. Del otro lado, la cosmovisión japonesa estaba “limitada” (o cimentado en) ver los resultados como una responsabilidad casi total sobre el individuo.


Aquí es donde entra la ciudad. El nacimiento de la ciudad marca el inicio no sólo de la sociología, sino del espacio de choque entre estas cosmovisiones cimentadas en el lenguaje (en el sentido semiótico). Mientras que la sociología nace con la aparición de la ciudad moderna o sociedades complejas (si seguimos la diferenciación del antropólogo Ramiro Molina) entonces vemos que surge una nueva ciencia para estudiar este choque.

Producto de este fenómeno, yo puedo “ampliar” mi mundo y decirme “gambatte” antes de un examen y un japonés (o japonesa UwU) puede decir “mala suerte”, si le va mal en un test, reconociendo que no todo dependía de ella.


Otra cara de este choque es que las estructuras en las cuales codificamos los textos se tambaleen o se estiren. Resultado de esto es el texto de Cárdenas, donde un aymara (que no ha aprendido del todo a expresarse en su lengua madre) recibe la influencia de otras cosmovisiones lingüísticas (español e inglés).


Todo esto puede explicar, entre otros factores, lo volátil de las cosmovisiones y los valores que las acompañan. Esto lo vería el sociólogo Zygmunt Bauman al ver que la modernidad se ha vuelto líquida: se han caído los valores permanentes.


Ejemplo claro de esto es el debate entre los transgénero que desean que los llamen por sus pronombres preferidos (e re-inventados, como zher) versus aquellos que son contrarios a esta posición, entre otras cosas, en defensa de la libertad de expresión (PD: en aymara no existen pronombres ni masculinos ni femeninos, sólo “jupa”).


En fin, considero que he demostrado la relación entre lenguaje y cosmovisión, así como su desarrollo a lo largo de la ciudad y los pueblos. Quizá, es esta polisemia la que me permite significar dos cosas con el título de esta entrada (mi tesis en sí y el libro de Vargas Llosa), así como decir "eniwei" en el primer párrafo.


Y es gracias a esta interacción entre lenguajes que puedo codificar el siguiente texto, que creo que resume en una imagen, las casi mil palabras de esta entrada:

(Zygmunt Bauman y su waifu Aqua, la diosa del agua, circa 2014)

Extraido de la página de los mejores memes de sociología y alguna que otra cosilla: Postdoctorado en memes líquidos con doble hermenéutica sin uso social UwU





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